domingo, 15 de noviembre de 2020

Coronación de la Virgen de Luján

  


Patrona de la República Argentina

(15 de noviembre de 1953)

Hoy el mundo y la humanidad está viviendo tiempos apocalípticos, en los que el espíritu del mal, del crimen, del odio y del saqueo descarado -encarnado en un minotario poder financiero internacional, especulativo y depredador- parecen prevalece sobre la vida de los pueblos y sus anhelos de felicidad, de dignidad y de justicia social.

Estamos viviendo en medio de una guerra espiritual sin igual, entre el Bien y el Mal, en la que se juega el destino de la humanidad toda, en última instancia, una guerra entre la Vida y la muerte.

Una de las políticas que ese poder financiero promueve a nivel mundial en Occidente es la erradicación de toda visión religiosa histórica como fundamento y fuente de toda vida comunitaria. En particular en nuestra patria, su acción golpista intentó en 1976 exterminar al Justicialismo y a todo vestigio de sentimiento nacional, y desde 1983 en adelante promovió “democráticamente” su domesticación y aburguesamiento, para diluir su sentido revolucionario y rebajarlo a simple partido político como maquinaria electoral y mercantil.

En este contexto de momentos tumultuosos y dramáticos, se impone conmemorar que un día como hoy, el 15 de noviembre de 1953, el entonces presidente argentino Juan Domingo Perón realizara en la Plaza de Mayo un acto de coronación de la Virgen de Luján, patrona de la Nación Argentina. En esa ocasión pronunció una oración, que más allá del tiempo transcurrido posee una innegable vigencia y actualidad, para retemplar el espíritu y afrontar el futuro con fe y esperanzas inquebrantables en Dios y en la Patria.

Y en estos momentos es imprescindible e irrenunciable el mandato de fortalecer nuestra identidad nacional hispanoamericana, sobre la base de los principios humanistas y cristianos que expresan la razón de ser de nuestra existencia y de nuestra misión como argentinos en el mundo.

Existe una cabal coincidencia entre nuestra concepción del hombre y el mundo, nuestra interpretación de la justicia social y los principios esenciales de la Iglesia.

Ya en otra oportunidad busqué ofrecer una visión espiritual y trascendente del hombre y su puesto peculiar en la historia y la realidad. Un hombre hecho a imagen y semejanza de Dios, realizando su existencia como sujeto histórico que desempeña en el mundo una misión espiritual única entre los seres de la Creación.

Tal hombre, realizado en la comunidad, está lejos de concretar fines egoístas o burdamente materiales, pues como ya lo sabían los griegos, no hay equilibrio posible en una comunidad en la que el alma de sus hombres ha perdido su armonía espiritual.

En este sentido, no sólo los principios filosóficos guardan plena coherencia; la Iglesia y el Justicialismo instauran una misma ética, fundamento de una moral común, y una idéntica prédica por la paz y el amor entre los hombres.

No vacilo en afirmar que toda configuración socio-política, tanto nacional como mundial, supone, además de una clara exigencia racional, una sólida fe superior, que impregne de sentido trascendente los logros humanos.

Si en las realizaciones históricas dependemos de nuestra propia creatividad y nuestro propio esfuerzo, el sentido último de toda la obra estará cimentado siempre sobre los valores permanentes.

[…] Presento un Modelo nacional, social y cristiano. Al núcleo trascendente del hombre argentino va esta propuesta; es hora de superar una visión materialista que amenaza aturdir al ciudadano con incitaciones sensoriales que dispersan su vida interior.

La ruta que debemos recorrer activamente es la misma que definen las Escrituras: un camino de fe, de amor y de justicia, para un hombre argentino cada vez más sediento de verdad”

Juan Domingo Perón, Modelo Argentino para el Proyecto Nacional




Oración del Presidente de la Nación, General Juan Domingo Perón

Señora Nuestra de Luján: Muchas veces he levantado mis ojos hacia vuestra imagen que permanentemente ha sido compañía de mi fe por todos los caminos de mi vida.

Pero en esta solemne ocasión extraordinaria se elevan hacia vuestro corazón las miradas y las voces que quieren expresar por mi intermedio los sentimientos y los pensamientos del Pueblo Argentino, que es la Patria, cuya representación humildemente invisto.

El pueblo argentino, sus hombres y sus mujeres, sus niños y sus ancianos, sus pobres y también sus ricos de buena voluntad, sus obreros y también sus empresarios, sus fuerzas espirituales, sus fuerzas armadas, el pueblo argentino, con todos sus hijos, los que viven en los campos, en los pueblos y en las ciudades de la Patria, los que tienen nuestra Fe y aún los que sin tenerla, os respetan, señora de Luján, como símbolo de la unidad espiritual de la Nación, que vuestra pequeña imagen representa...todo el Pueblo Argentino os agradece, antes que nada, vuestra compañía permanente y humilde, cumplida desde vuestra villa de Luján a través de todas las jornadas y a través de todas las vicisitudes de nuestra historia.

Os lo agradece como solemos agradecer los hijos, tarde o temprano, esa compañía espiritual que representa la inquietud de nuestras madres siguiéndonos, desde cerca o desde lejos, desde la tierra o desde el cielo, por todos los caminos de la vida.

Desde la humildad de vuestra imagen, materializada en vuestra pequeñez y en vuestro rostro tostado por el sol de nuestra tierra criolla, y desde vuestra propia historia, que ensalzó la de los humildes y humilló a los soberbios para enseñarles el camino de la humildad, desde vuestra imagen donde fueron grabadas para siempre con divina inspiración, nos llegan vuestras dos consignas maternales: la paz y la justicia.

En esta fecha extraordinaria os prometemos mantenernos dentro de nuestras posibilidades humanas y con vuestra ayuda, fieles a vuestro mandato.

Queremos la paz de todos los argentinos, de todos los pueblos de América y de todos los pueblos del mundo. Pero no la queremos si no es justa, según vuestra consigna.

Precisamente para que se cumpla vuestro anhelo infinito de paz, nos proponemos y os prometemos, madre de los argentinos, a luchar por la justicia entre los hombres y entre los pueblos.

Os pedimos en cambio, la compañía eterna de vuestra humildad ejemplar, para que humildemente sepamos cumplir nuestro destino sin que jamás nos domine la soberbia”.


Y os pedimos la ayuda de Dios para que mirando vuestra imagen nunca olvidemos que solamente los humildes salvarán a los humildes, y que para ser fieles a nuestra vocación de paz y de justicia, nos mantengamos todos unidos y en la humildad, la única y tal vez la última fuerza que Dios ha querido dejar sobre la tierra para que volvamos a la Fe, a la esperanza y al amor, donde reside la auténtica felicidad de los hombres y la grandeza fundamental de los pueblos”.

     Heriberto Deibe                                          Juan Carlos Vacarezza

                Secretario Político                                               Secretario General

                 Daniel Misino                                         José Arturo Quarracino

Secretario de Relaciones Institucionales                           Secretario de Formación y Doctrina


viernes, 24 de julio de 2020

La desigualdad en el mundo

Por el Dr. Juan Carlos Vacarezza*

El libro de Branko Milanovic, titulado Desigualdad mundial. Un nuevo enfoque para la era de la globalización (2018), desnuda un problema que está inmerso en la totalidad de los países.
Hoy la desigualdad es un problema no solo interno de cada país, sino un problema mundial, que toma dimensión a través de la globalización y del comercio mundial.
Normalmente se piensa en la desigualdad de ingresos, dentro de los límites de cada país, pero esto ya no es un fenómeno nacional, sino que es de carácter mundial.
La posibilidad de obtener información sobre las posibilidades económicas de otros pueblos en las distintas partes del mundo hace que se utilicen ciertos métodos para renegociar los salarios o ingresos con nuestros Jefes de Estado.
Para estudiar este fenómeno a nivel mundial, puede establecerse una investigación profunda y con datos de cada país, y en el transcurso de un cuarto de siglo observarse que el mundo se modificó muchas veces y los cambios marcaron esa desigualdad.
La Revolución industrial llevó al crecimiento de Europa y Estados Unidos. Ese crecimiento operó sobre los ingresos de los pueblos y también en forma contraria, a través del comercio mundial, causó dependencia de la compra de importaciones de otros países, destruyendo sus propios espacios de producción.
Más recientemente, a partir de la profundización de la globalización y mediante las mejores condiciones laborales para las empresas, surge el crecimiento en los países asiáticos, teniendo un gran impacto en la reducción de la desigualdad mundial.
En el año 1988, con la caída del muro de Berlín, las economías se integraron al sistema económico mundial, lo cual permitió la mejor recolección de datos para mostrar la realidad con respecto a la desigualdad mundial.
La disponibilidad de datos sólo se tiene desde la última década. De todos modos, por la simple observación del fenómeno mundial de la globalización, podemos inferir que los últimos 25 años nos permiten advertir las modificaciones del mundo a través de la desigualdad mundial, reflejado en los cambios políticos y económicos, declives o resurgimientos.
Las ganancias de la globalización no se distribuyeron de modo equitativo. Por el contrario, hay grupos concentrados que se quedaron con la mayor parte de las ganancias en las últimas décadas. Las ganancias de los ingresos de clase media fueron mayores que las ganancias del 1% más rico del mundo.
El ingreso real en 20 años de alta globalización entre 1988 y 2008; la gran integración de China con 1.000 millones de habitantes; la economía con su nueva planificación de la Unión Soviética y Europa del Este; y la India con sus reformas de 1990 que se integra al mundo, modifican los parámetros.
Este período estuvo acompañado por una revolución en las comunicaciones, lo cual permitió a las empresas instalar fábricas en distintos países del mundo, y eso no sólo aventajó en sus costos mejorando la producción, sino que también abrió puestos de trabajo en distintos países, con mejoras la ocupación en países de gran oferta laboral. Se dio entonces esta doble coincidencia: mercados periféricos dispuestos a abrirse y países del centro que pueden contratar mano de obra en países periféricos in situ. Las ganancias se distribuyeron de manera desigual, por ello muchos no ganaron nada en absoluto. Nueve de cada diez personas pertenecen a economías de los países asiáticos emergentes, principalmente de China, India, Tailandia, Vietnam e Indonesia. No son los más ricos, porque los ricos están en una posición más alta de la distribución del ingreso mundial. Son las personas que están en medio de la distribución de su propio país. Por ejemplo, el ingreso per capita de los dos deciles de la parte media (quinto y sexto) en la China urbana y rural se multiplicó por 3 y por 2,2 respectivamente entre 1988 y 2008. Estos grupos fueron “los ganadores de la globalización”. En Vietnam y Tailandia donde la población no se divide en urbana y rural, los ingresos reales medios crecieron más del doble. En Indonesia los salarios urbanos se duplicaron, y los salarios rurales aumentaron 80%. A estos sectores los llamamos “la clase media emergente del mundo”, los cuales no pueden compararse con las clases medias de los países desarrollados, porque son más pobres aquellos y tienen una deficiencia también en su educación. El 1% más rico del mundo pertenece al 12% de los estadounidenses y el crecimiento de sus ingresos se hizo más lento o se detuvo debido a la crisis financiera. Esto obedece a dos razones: en principio, la clase más alta del mundo se concentró aún más, y por otra parte los ingresos medios y medianos siguieron creciendo a nivel mundial. Es más que llamativo que una de las personas más ricas de Argentina, el señor Paolo Rocca, con una fortuna de miles de millones de dólares y que forma parte del pequeñísimo grupo que se ha beneficiado de la inequidad y concentración de la riqueza, haya invitado a brindar una conferencia a un académico con una visión de izquierda como el serbio Branko Milanovic. Lo peculiar se entiende si se tiene en cuenta que el Boletín Techint se ha caracterizado en sus 60 años de vida por publicar muy buenos ensayos y con criterio pluralista. Guillermo Hang, el director ejecutivo de la revista sostuvo que “la creciente desigualdad constituye un peligro para el capitalismo democrático”.
Milanovic comenzó la conferencia mostrando que en los últimos años la desigualdad de ingresos entre las personas en el mundo entero no ha aumentado, sino que ha disminuido. La explicación es que el impresionante incremento en los ingresos de China y otros países de enorme población, como India e Indonesia, hizo emerger una gran clase media mundial. Él lo denomina “el rebalanceo del mundo”. Pero de inmediato aclaró un punto central: la desigualdad mundial ha caído pero la desigualdad en el interior de los países ha aumentado y mucho, tanto si se mide por ingresos como por patrimonio. “Lo políticamente clave es que las personas perciben la desigualdad en sus países”. La concentración del ingreso reforzará el poder político de los ricos, y eso hará que los cambios a favor de los pobres en política tributaria, en el financiamiento de la educación pública y en el gasto en infraestructura resulte menos probable. Además agregó: “Si los individuos se preocupan más acerca de su posición relativa en donde viven que lo que pasa en China o en el mundo entero, esa percepción acerca de la creciente desigualdad neutraliza las ventajas de la caída en la desigualdad global. Y eso cobra preponderancia política”. Propone que el acceso a la educación sea ‘significativamente igualitario’. Eso quiere decir que no debe haber escuelas para ricos y otras para pobres, sino que cualquiera pueda elegir donde estudiar, independientemente de su condición social. Aun cuando entre los 7.500 millones de habitantes de la Tierra hay menos diferencia que antes, Milanovic aportó datos que revelan que de todas maneras la desigualdad es obscena.
Continuando con nuestro análisis sobre desigualdad, haremos hincapié sobre la educación y la forma de vida según ingresos:
  • 7 % de gente en el mundo vive en condiciones promedio como hace dos siglos.
  • 45 % como hace un siglo.
  • 33 % como hace 150 años.
  • Solo un 15 % goza del nivel de vida promedio que hoy tiene la humanidad.

ARGENTINA INGRESOS EN 2014

ARGENTINA INGRESOS EN 2018


Hay que explicar las causas del fenómeno, que a la vez se potenciarán si la política no introduce cambios en el capitalismo.
  • “Los ingresos de capital están y seguirán estando muy concentrados”.
  • “Aquellos que obtengan altos ingresos de capital y del trabajo serán las mismas personas, lo que exacerbará la desigualdad”.
  • “Los individuos altamente especializados y ricos en capital y en trabajo tenderán a casarse entre sí”.

Para agregar otras opiniones

Autor del libro El gran escape, el británico Angus Deaton es uno de los mayores expertos en economía del bienestar, salud y pobreza a nivel mundial. Distinguido por el uso innovador del análisis de datos de hogares para establecer relaciones entre los comportamientos humanos individuales y los procesos sociales, su trabajo se basa en datos del mundo real para contribuir con el pensamiento económico a gran escala.
Dijo en una conferencia que “los patrones históricos que moldean a los países en desarrollo indican que la desigualdad de ingresos es a menudo una consecuencia del progreso.
Los avances en medicina y tecnología que promueven la vida saludable y permiten escapar de la indigencia son negados a aquellos que no pueden pagarlos. Esto inhibe la movilidad ascendente y amplia la brecha entre hogares ricos y pobres”.
Una de las políticas públicas más importantes orientadas a la infancia, la Asignación Universal por Hijo (AUH), ha cumplido diez años. Se trata de una transferencia de ingresos que ha alcanzado una extensa cobertura sobre los sectores sociales más precarizados e informales en su relación con el mercado de trabajo, y ha procurado alcanzar un mínimo de equidad en relación con sus pares, los hijos de trabajadores formales.
No obstante, esta transferencia de ingresos en el contexto de una economía que no crece, recesiva, estancada en su capacidad de crear empleos y con una sostenida y creciente inflación, se torna claramente insuficiente para evitar el incremento de la pobreza infantil. En este sentido, es importante señalar que hasta el 2017 se conjeturaba que dicha transferencia tenía la capacidad de evitar el aumento de la indigencia, sin embargo, en el último período interanual dicha hipótesis dejó de ser plausible. No sólo se registra un incremento de la indigencia en la infancia de 3,3 p.p. según el último reporte oficial (INDEC, 2018 y 2019), sino que otros indicadores directos de pobreza extrema, como la inseguridad alimentaria, también registraron un incremento muy significativo entre 2017 y 2018.
Según registros propios, el riesgo alimentario extremo en la infancia pasó de 9,6% a 13% en el último período interanual y ello ocurrió pese a la actualización del valor de la AUH y la ampliación de la cobertura alimentaria en comedores escolares y comunitarios que entre 2016 y 2017 se elevó en 5,2 p.p. llegando al 36,1% de la infancia en 2017 y 36,6% en 2018 (Tuñón y Poy, 2018).
En resumen, la actual situación de crisis socioeconómica una vez más está golpeando con especial crudeza a niños, niñas y adolescentes. Es claro que la vida de los niños/as y adolescentes se ve limitada por las condiciones económicas de sus hogares y la situación socio-ocupacional de los adultos de referencia, pero también transcurre y se desarrolla en relación con ciertas estructuras de oportunidades en el espacio de la educación, de la atención de la salud, y en procesos de cuidado, crianza y socialización primaria en los hogares y, a medida que crecen, en la escuela, barrio u otros contextos secundarios.
Con este aporte podemos saber cuál va a ser el destino de una parte de nuestra población si no tomamos cartas en el asunto y no comenzamos a instalar la idea de no inundar con subsidios escasos, sin tener un plan de reemplazo con ingreso al sistema de trabajo para que la producción nos entregue su resultado y eso se transforme en progreso para un país con esta gran deuda social.

*Juan Carlos Vacarezza es economista y profesor de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
Artuculo publicado originalmente en Mundo Mutual a través del sitio web: www.economiasolidaria.com.ar

jueves, 2 de abril de 2020

1982 --2 de Abril -- 2020: Recuperación de las Islas Malvinas



"Dios nos ayude si somos capaces de ayudar a Dios”
(Juan Domingo Perón, 21 de junio de 1973)

“Dios no nos pedirá cuentas de las batallas ganadas, sino de las cicatrices de las luchas”
(Leonardo Castellani)


































Conmemoramos en este día el 38º aniversario de la recuperación de las Islas Malvinas, después de 149 años de su usurpación por Gran Bretaña, en 1833.
Ese acto reparador no fue un acto bélico de apropiación de algo ajeno, sino un acto de reparación de un despojo sufrido por nuestra Patria naciente, un despojo que sigue vigente, no sólo en relación con el territorio insular argentino, sino también en varios aspectos de nuestra vida nacional.
Fue un acto de dignidad nacional, sin que se derramara una sola gota de sangre de los extranjeros usurpadores, que tuvo en el capitán de corbeta Pedro Edgardo Giachino su primer mártir.
Pero fueron muchos los protagonistas en ese día, que honraron con su accionar el uniforme que vestían y que escribieron una página imborrable de nuestra historia patria, página que posteriormente se intentó arrancar, ensuciar y olvidar, pero que el pueblo argentino hizo suya, inmortalizándola y obligando a los gobernantes de turno a declarar esta fecha feriado nacional.
Muchos han sido protagonistas importantes en ese día glorioso, que luego fueron olvidados o desacreditados e injuriados, en un estéril intento de desmalvinizar el alma del pueblo argentino.
Protagonistas como los contralmirantes Carlos Alberto Büsser y Gualter Oscar Allara, el general de división Osvaldo Jorge García, el teniente de fragata Diego García Quiroga y el cabo primero Ernesto Urbina, el capitán de corbeta Guillermo Sánchez Sabarots, el capitán de fragata Alfredo Raúl Weinstabl y el subteniente de Ejército Roberto Reyes, el teniente coronel Mohammed Alí Seineldin, el capitán de corbeta Hugo Jorge Santillán y el teniente de corbeta Carlos R. Schweizer, el suboficial mayor de Infantería de Marina Guillermo Rodríguez (quien izó el pabellón nacional en las Islas), etc. Nombres que ya han entrado a formar parte del Panteón de los Héroes de la Patria.
Esta acción militar del 2 de abril puso de manifiesto, ante la Argentina y ante el mundo, los valores espirituales y morales que nutren el alma del buen soldado y militar argentino, reflejo de los valores que forman parte del alma del pueblo argentino.



Esta acción militar de reparación y dignificación nacional fue denominada Operación Virgen del Rosario, puesto así bajo la advocación y tutela de la Madre del Hijo de Dios, advocación que forma parte de la idiosincrasia y fe del pueblo argentino, presentes en varios momentos de nuestra historia patria, como patrona de los ejércitos de San Martín y Belgrano, José Gervasio Artigas, entre otros. De este modo, la gesta inicial de Malvinas se vincula y une espiritualmente al espíritu de los ejércitos patrios que lucharon por la soberanía e independencia de la Patria naciente.

En los días posteriores los miembros de la Fuerza Aérea Argentina llevaron a cabo acciones que escribieron páginas de gloria cuya memoria no ha de desfallecer jamás en la historia nacional.
Así, la gesta de las Islas Malvinas realizada por las Fuerzas Armadas y acompañada espiritual y materialmente por el Pueblo Argentino, bajo el amparo de la Fe cristiana, constituye así un hito que hunde sus raíces en las luchas por la independencia nacional.

¿Será éste el momento histórico que los argentinos tenemos que unirnos al servicio de una Causa suprema, sin divisiones inútiles, inoperantes e intrascendentes, para ser artífices de nuestro propio destino y dejar de ser instrumentos de las ambiciones inconfesables de otros?

José A. Quarracino                                    Juan Carlos Vacarezza
                      Secretario Político                                       Secretario General

jueves, 5 de marzo de 2020

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA – JUSTICIALISMO

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA – JUSTICIALISMO
 1810 -- 2 de marzo – 2020
Nacimiento del papa León XIII


El lunes 2 de marzo ppdo. se cumplió el 210º aniversario del nacimiento de Vincenzo Gioacchino Raffaele Luigi Pecci, quien el 20 de febrero de 1878 se convirtió en el papa León XIII, y gobernó la Iglesia Católica durante 25 años, hasta el 20 de julio de 1903, cuando falleció.
Fue el Papa n. 256 en la historia de la Iglesia. Fue el pontífice que promulgó el 15 de mayo de 1891 la encíclica Rerum Novarum, en la que sintetizó el milenario magisterio de la Iglesia sobre la cuestión social y con la que se sistematizó la Doctrina Social de la Iglesia, es decir, la proyección de los valores y principios del cristianismo en la vida económica, social y política de las comunidades humanas.
Todo el magisterio pontificio respecto a los problemas políticos y sociales, luego del gobierno de León XIII, tuvo como base de sus formulaciones la encíclica mencionada.
En la Argentina la enseñanza de León XIII fue tomada en cuenta por el entonces ministro Joaquín Víctor González, en la presidencia del general Julio Argentino Roca, para elaborar un proyecto de Ley Nacional del Trabajo, compuesto por 466 artículos en los que se abordaba en la forma más amplia posible todos los aspectos de esa problemática social, siguiendo los lineamientos y principios de la encíclica papal.
Pero mucho más importante y profunda ha sido la influencia de la encíclica Rerum Novarum y de la Doctrina Social de la Iglesia en las formulaciones doctrinales y filosóficas del ideario justicialista elaborado por el general Juan Domingo Perón, como elemento fundamental de su concepción humanista y cristiana para organizar la vida de la comunidad nacional, en la que la dignificación del trabajo en particular y de la cuestión social en general constituye la razón de ser y el sentido último de su acción política.
En otras palabras: la obra revolucionaria de los gobiernos de Juan Domingo Perón constituyó la puesta en práctica de la enseñanza doctrinal de la Iglesia respecto a la cuestión social, demostrando que los grandes principios religiosos cristianos podían hacerse realidad en una acción política, social y económica que tuviera como objetivo de su obrar labrar la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación.
Conmemorar la figura del papa León XIII apunta a rendir homenaje a quien fue, a través de su magisterio pontificio, significó uno de los antecedentes más importantes para la conformación de una doctrina política profundamente cristiana y profundamente humanista, que a lo largo del tiempo sigue siendo el único camino posible para alcanzar la felicidad de todos los que forman parte de la gran familia argentina, incluyendo los hermanos de otras naciones que han venido a habitar en nuestra querida tierra argentina.

El Peronismo es el cristianismo expresado políticamente
(Juan Domingo Perón)

José Arturo Quarracino            Juan Carlos Vacarezza
Secretario Político                           Secretario General
MOVIMIENTO “PRIMERO LA PATRIA”